miércoles, 9 de julio de 2008

Historia de lo cotidiano, I: El ahorcamiento.

"En mi habitación las paredes son rígidas, se sostienen con imaginación y cemento. A pesar de la dureza -escala de Mohs: 6, ortoclasa-, no evitan el fatídico suceso que tarde o temprano tendrá lugar.

En la habitación contigua, mi anciana vecina grita a su nieta adolescente que un día la va a ahorcar. Y lo dice no en sentido figurado, sino con una crueldad tal que sospecho que un día algo doloroso sucederá. En realidad no he pensado en el ahorcamiento porque me suena a trauma paleto, a prueba y error con perros allá por los años 50 en algún pueblo de la España profunda.

Lo que sí he visualizado ya un par de veces es una pelea entre abuela y nieta en la que la vieja coge una almohada y, como si de una ensoñación paranoica se tratara, tapa la cara de su nieta con la misma, haciendo presión sobre el rostro y dando comienzo a la lucha. Nunca reparo en quién vence, pero imagino que la anciana tiene mucha más fuerza que la que cabría suponérsele.

Otras veces he visualizado a la vieja clavándole un cuchillo a la joven en el vientre. Ahí sí que veo el final. La cara de incomprensión de la cría y los ojos ausentes de la abuela, que se resarce de su propio sufrimiento y paga su propia muerte con muerte.

Anoche, cuando me quité los auriculares un segundo y abandoné ése tótem de la música llamado Tú no llegaste a mí, de Los Cheyenes, escuché a la nieta espetarle a la abuela, a gritos y llorando, algo así como ¡Eres una traidora!, y me supo a gloria oír aquello, porque sí, porque me alegré del drama humano y me sentí como el que observa desde una esquina oscura el devenir de la gangbang y se alegra de su erección voyeurista."

J. L. Pomona.


Ideario asociado: Masacre, ven y mira (Elem Klimov, 1985).


Axioma de escogencia (Zemelo, 1904): "Sea X un conjunto de conjuntos no vacíos. Entonces se puede tomar un solo elemento de cada conjunto de X."

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