miércoles, 8 de octubre de 2008

Sonata del fin del mundo

A la razón del día que no vimos juntos Dementia 13


Mientras escribo esto destrozo papel usando rayos

y con los truenos hago figuras de tus parpadeos tímidos.

Cuando nos acercamos, tu vientre es mi ojo

tu pupila se cierra y te precipitas como si…

como si el cuento terminara con un color de dientes perfectos

…y comieron perdices y fueron felices porque sus dentaduras

eran sanas.


Mientras escribo esto los relojes no suenan: se paran

Le dicen a la vida que la flecha del tiempo yace

en el centro de la tierra, junto a los dragones del castillo de hadas


Y allí, donde todo lo posible, sucede honestamente

donde la vida es vivida sin más recurso que un dedo

me plazco de cogerte de él y tirar de la manta,

llevarte a lo incierto de lo cierto que hablas

Y pienso que tu voz, aún estando quebrada, es

la octava perdida de los griegos de antaño

una voz capaz de convertir cualquier cosa,

en canciones terribles o en bellas sonatas.


Mientras escribo esto tu voz me suena por dentro

me transformo en un folk, soy un fado

y cuando llega el final, in crescendo, claro

la explosión se sostiene con tu Buenos días



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