miércoles, 7 de mayo de 2008

Sobre K. en Kafka en Vila-Matas en mí.

Cuando voy en el metro camino del trabajo y me recuesto en las páginas de Vila-Matas, cada vez con más fervor por poner en palabras mis días de ahora, haciendo que me sienta reconocido en su Doctor Pasavento, extrañamente encuentro ánimo en su desánimo, que es también el mío.

En un artículo periodístico que firmó Vila-Matas en El País (ver), decía lo siguiente:

"Siempre que paso el control de pasajeros y para no perder el control de los nervios, me acuerdo de El proceso, de Kafka: "Sin embargo, no soy culpable. Es un error. ¿Cómo puede ser siquiera culpable el ser humano? Todos somos aquí seres humanos, tanto unos como otros", dijo K. "Eso es cierto", dijo el sacerdote, "pero así suelen hablar los culpables"."

Lo que es K. para Kafka, un personaje, lo es Kafka para Vila-Matas y éste a su vez para mí.

Cuando miro la foto del doblez de Doctor Pasavento y luego leo sus páginas, pienso una y otra vez en su forma de pensar. Su silenciosa forma de mirarme impertérrita. Cuando llueve y miro su cara en el doblez, su cara se moja y no dice nada. Otras veces, si leo al sol de la tarde, en la calle, sus ojos no se inmutan ni sus pupilas se encogen. Por la noche, en la cama, Vila-Matas cobra más sentido que nunca. Es en la oscuridad de mi habitación sin apenas luz -es una cuenta pendiente el colgar de una vez la lámpara del techo- donde el escritor deja de escribir, sólo mira. Y su mirada lo traspasa todo y me perfora las tripas, que empiezan a ponérseme del revés a medida que avanzo en la lectura e imagino al Doctor Pasavento desapareciendo.

Y me colma la idea de dejar de ser, sin llegar a morir, marchando en la fuga sin fin que decía Roth que dice Vila-Matas en una etapa del libro.

Obsesionarme con una calle, con no ser Agatha Christie, con que nadie me encuentre. Rasgar la tela. Desaparecer y alcanzar la libertad plena del limbo. Ni para bien ni para mal.

Y así con todo ello, inventarme historias de tantos otros que nunca he sido ni seré, siendo un observador pasivo de lo humano.

2 comentarios:

xurde dijo...

Hola mochuelo.
Veo que por fin has superado esa necesaria etapa fotolog.
A ver si le das un poco de vidilla a tu tuiter, que es lo que mola ahora. :D
En su defecto, y para ganar unos puestos en el escalafón del cibercatetismo, deberías hacerte uno de estos. :)
http://xurde.muxtape.com/

Unos besos y tal.

Unknown dijo...

hola, diego,¿como te va? desde aquí te animo a tomarte unas cervezas conmigo una tarde, quizás no lo consideres así o no me consideres lo más oportuno en este momento, pero puedo asegurarte que te vendria muy bien, seguro, y te lo digo con toda la buena intención del mundo por hacer que te sientas mejor y ademas puede que te sirva de ayuda para mejorar lo que ahora va mal, te lo dice una persona que te estima...ahhh y para los que disfrutan buscando faltas ortograficas en los textos de los demas, aqui teneis un buen pasatiempo, corregirme esto que a mi no me da tiempo..