miércoles, 30 de abril de 2008

Gérard de Nerval

Se podría decir que Nerval fue el Erasmo decimonónico, al afrontar la locura en su obra Aurélia, como tópico maníaco depresivo, afrontando sus euforias y sus depresiones.
Breton dijo en el Primer Manifiesto Surrealista lo siguiente: "Con mayor justicia todavía, hubiéramos podido apropiarnos del término surrealismo, empleado por Gérard de Nerval en la dedicatoria de Filles de feu. Efectivamente, parece que Nerval conoció de maravilla el espíritu de nuestra doctrina, en tanto que Apollinaire conocía tan sólo la letra."
En 1855, tras largos paseos con una langosta ataviada con una cinta azul (sic), decidió suicidarse colgándose de una farola de París.


El Cristo de los olivos, II.

"Prosiguió: 'Todo ha muerto, ya recorrí los mundos,
y he perdido mi vuelo en su láctea estrada,
tan lejos como extiende por sus brazos fecundos
la vida arenas de oro y la onda plateada:

Confusos torbellinos de mares furibundos,
y las olas bañando la tierra calcinada...
Conmueve un vago soplo planetas vagabundos,
mas no hay ningún espíritu en la infinita nada.

Busqué el ojo de Dios, sólo encontré una infausta
órbita hueca y negra cuya noche nefasta
se irradia sobre el mundo, tan espesa y aciaga;

un extraño arcoiris envuelve el pozo umbrío,
antesala del caos que ensombrece el vacío,
espiral que los Días y los Mundos se traga!'"

1 comentario:

Pat Robles dijo...

Ahora es cuando yo empiezo a leer cosas de este señor y me siento extrañamente definida y empiezo a pseudodeprimirme por empatía.

¿Una langosta con un lazo azul? ¿una farola de París? Genio y figura.