lunes, 15 de febrero de 2010

Ella buscaba espacio y encontró las tumbas


"Se extrañaba.
Fue llamada por Zeus para limpiar las calles. Los mataba a todos.
No dejaba
uno con vida que pudiera contarlo, que pudiera
decirle a los otros Eh, cuidado con ella, que viene a por vosotros,
que tiene hambre.
Y sed, mucha sed.

Inventó una paciencia distinta de las paciencias normales
por sintetizar, en el esfuerzo, casi nunca hablaba
And then I’ll see your darkness, les decía
y decía también síes y noes y decía miradas que eran campos incesantes
de arena y niebla.
Vendió su idea, maravillosamente,
se hizo rica, compró un nicho de veinte metros cuadrados, quería espacio
pero luego
le supo a poco y compró otro nicho y otro y otro más,
y así hasta querer todo un cementerio.

Se hizo tan rica que sus ganas le hicieron hacerse más rica
y al final no le bastó la tierra y necesitó el mar.
Hizo que inventaran para ella unos ataúdes flotantes,
ataúdes que levitaban perpetuamente en el mismo sitio, violando todas las reglas de la muerte.
Ataúdes fantasmagóricos que ocuparían todo el mar incluso
en lo profundo de las dorsales.

Comenzado el proyecto, se dio cuenta de que el mar tendría un volumen,
de que su alma era grande, demasiado grande,
para caber en el mar y en la tierra juntos.

Y soñó el aire. Aspiró al aire.
Dirigió vientos y azafatas, túneles y zafarranchos, todo con tal de copar el aire,
porque quería todo el espacio
para que su alma, para que cupieran sus entrañas, su aura, su pequeño rostro
para que, vacía de facciones, se encontrara a sí misma
de una vez lejos de la encrucijada."


De Olivia Newton-John.

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