"tengo un caballo con sus relinchos que hacen de su voz
lo mío para tus días
uniendo el agua fluyente de la presa rota que asoló Tous en mi no-abrir-y-cerrar-de-ojos
y vivo entre d|i|e|n|t|e|s amarillos lugares palabras marrones
surje un coche
cuya cara son luces de vitriólicos ojos como te gusta decir
un accidente aéreo no mal remunerado
una tuerca perdida a la orilla del mar
en el satélite
tengo una extraña impresión de muerte
asoslayada
por lo poco que de mí queda cuando sé que no estoy
cuando en el mercado escucho a las mujeres ansío comprar
cuando en el otoño me abrigo sincero bajo los abrazos (¿de la Agonía?)
es intolerable
que fabriquen llaves de formas hirientes
palabras deformes de la crueldad el vicio
es curiosidad es disolución es tristeza
y la oscuridad me llora y la persiana bajada
son unos ojos robóticos mirando impasibles mientras me masturbo
el modo en el que el techo se h
u
n
d
e"
J. L. Pomona.
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