A Marga,
Era la bondad un misterio trágico de todo cuanto acontecía
y hubo verdad, conjetura, en los flirteos de árboles
que se tocan en comunión juntando sus yemas
convirtiendo su eco en remanencias de altura.
Y la verdad se marchó, y las horas pasan tristes,
pero de entre los hálitos de alcohol nacen las grandes sonrisas
ésas certezas de un dios que, de existir, sería bueno;
ésas locuras improrrogables que hicieron de tu cara
el hogar pasajero de todas las alegrías imaginables.
y hubo verdad, conjetura, en los flirteos de árboles
que se tocan en comunión juntando sus yemas
convirtiendo su eco en remanencias de altura.
Y la verdad se marchó, y las horas pasan tristes,
pero de entre los hálitos de alcohol nacen las grandes sonrisas
ésas certezas de un dios que, de existir, sería bueno;
ésas locuras improrrogables que hicieron de tu cara
el hogar pasajero de todas las alegrías imaginables.
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